Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog
18 noviembre 2012 7 18 /11 /noviembre /2012 16:06

Desde que tengo uso de razón, he oído hablar de la vida y la muerte como estados antagonistas. Yo creo que ambas nacen al mismo tiempo y se acompañan indefinidamente.

Indudablemente su posición está por encima de todo ser vivo, desde que Dios puso nombre a las cosas. Es mas, creo que se encuentran por encima de lo material e inmaterial. Principio y fin del Universo.... vida y muerte del mismo.

Siempre he tenido constancia de como se humaniza la vida y se deshumaniza la muerte. Cuando en muchas ocasiones, la vida es muy cruel con el humano y humana la muerte cuando asiste, al que que sufre durante toda su vida los olvidos de Dios.

En mi juventud jugué en algunas ocasiones con la muerte, por la arrogancia e inconsciencia que te genera la corta experiencia, la necesidad de descubrir nuevos horizontes y sentir el dulce sabor de la adrenalina.

En otras ocasiones, y una concreta en particular, no fue apostada, sino que llegó en el momento mas transcendental de mi vida. Sentí los pasos muy cercanos de una muerte.... que frenó su llegada por mi firme convencimiento, de no sentir ningún temor y que deseaba fervientemente prolongar mi estancia entre los vivos.

Nos saludamos en un angosto y oscuro pasillo, de lo que parecía ser la planta baja de un hospital y en la que descubrí esa cegadora luz, que me trasladó a la realidad vital.

Desde entonces respeto profundamente, tanto a la vida como a esa " señora vestida de negro ", que no es mas que la oscuridad mas duradera.

Tengo el pleno convencimiento de que para amar la vida y ser feliz hay que sufrir, aunque a veces sea en exceso. 

Por otro lado están aquellos que nacen sufriendo y su camino está repleto de espinas, que horadan su carne y apenas dejan escapar un leve gemído , hasta que su vida se apaga. En estos casos es cuando la muerte se humaniza y sustituye al ser, que se supone es el mas inteligente de la Tierra, pero también el mas cruel y permisivo con las penurias de sus semejantes.

Tal vez la próxima vez que me encuentre con la muerte, nos cojamos de la mano y emprendamos un largo paseo. Pero estoy convencido, que me marcharé silenciosamente. Sin que apenas mis congeneres averigüen, que ha llegado el momento de que mi cuerpo se convierta en polvo. 

Pero mi alma siempre estará a escasos metros de esa mar que tanto amo, en un cálido y apacible lugar.

Compartir este post
Repost0

Comentarios