La floresta a mi espalda parece estar expectante de las palabras que estoy escribiendo.
Efigies naturales mudas llenas de vida y que generan vida.
Al girarme a obervarla, una suave brisa mueve sus ramas. Algunos pajarillos juguetean y las sempiternas palomas, regresan con su monótono arrullo.
En la lejanía el Puig Campana se asemeja a un coloso dormido.
Las chicharras comienzan a anunciar un nuevo día caluroso.
Mi imaginación vuela a cientos de kilómetros.
Descansas en el lecho y aún duermes plácidamente. No quiero despertarte, aunque mi deseo sería estrecharte entres mis brazos y darte el primer beso del día. En su lugar decido escribir algunas frases de amor y lo acompaño con una hermosa rosa, que acomodo en un lugar de la almohada. Y así cuando abras tus bellos ojos, tengas constancia de mi visita.
Tal vez al despertar busques a tu alrededor o quizás abras la ventana para tratar de localizar mi imagen, pero yo ya habré regresado a mi solitaria playa. Desde ella te seguiré recordando e imaginando en cualquier lugar y soñando con tu amor.
Porque realmente el amor es una mezcla de deseo emocional y sexual, aunque se le de mas énfasis a las emociones que al placer.
Es un afecto exclusivo e incondicional. La necesidad de sentir la presencia de la persona amada. El contacto con su cuerpo es imprescindible y un aura de cariño permanece constante. Devoción por tu pareja y ansias de protegerla.
Y así debe ser ese verdadero y maravilloso amor.
Anoche nuestras miradas se encontraron a miles de kilómetros de la Tierra. En dirección al satélite mas romántico. Pero ambos escuchábamos los latidos de nuestros corazones. Latidos que expresan pasión, deseo, cariño y..... esperanza.